"Cuando era niño, me tomaba el futbol en serio"

Juanjo Rubio cuando era niño, me tomaba el Fútbol realmente en serio. Sufría por horas si mi equipo no ganaba, lo que sucedía casi siempre, porque tengo la manía de no elegir a los Campeones. Siempre he defendido los colores de los que mas difícil lo tienen en el Torneo, así como en la vida, siempre he nadado contracorriente como vulgarmente se dice.

Nunca he fichado con el Club que tenia mas posibilidad para ganar el Campeonato ni de jugador y ahora de viejo ,como Técnico, esos retos no me van ,siempre me he unido a los mas débiles y he luchado ha muerte para salvar la categoría o para ser la solpresa de la misma y ser Campeón a ser posible, cuestion deficil de conseguir cuando los medios son limitados.

Con el paso del tiempo he aprendido a controlarme un poco, y también lo he hecho porque he descubierto que uno tiene que divertirse cuando ve fútbol. En ese sentido, quizá voy a contracorriente con la mayoría de la gente, pero yo no entiendo que los comentaristas o aficionados se escandalicen con los tatuajes de un jugador, o con el corte de pelo de otro. ¿Qué les importa? Es parte del folklore del deporte, y no hace daño a nadie.

 

Les voy a contar otra anécdota. En una de las primeras emisiones analizamos un vídeo en el que un aficionado se metía a la cancha. “Es una vergüenza para el futbol”, espetó solemne el más experimentado. El otro dijo “sí, sin duda”, y yo, el más joven, sólo asentí.

Al salir del estudio me enfrentó, a quien considero uno de los mas grandes maestros en el periodismo,Juan Manuel Gozalo, hoy desgraciadamente fallecido, y me dijo. “¿Por qué se lo toman tan en serio?” Yo no supe qué contestar. “Fue divertido”, siguió, “y además, ni siquiera agredió a nadie”, y concluyó con algo como “¿por qué los comentaristas jóvenes actúan como viejos?”.

Tiene razón. En el fútbol Español (y en buena parte del mundo) tendemos todo el tiempo a pontificar. Vivimos en un conservadurismo absurdo. Si un jugador se sale un poco de la raya, entonces ya es un indisciplinado. Si un técnico hace una declaración fuera de tono, la Federación lo suspende. Si una porra decide convertirse en barra entonces es una pandilla de degenerados que busca causar problemas.

¿Qué ganamos con esa postura moralizan te? Nada. En serio. Y se enmarca en toda una manera de ver nuestros espacios lúdicos. El futbol tiene que ser diversión, buscar en él un ejemplo a seguir para la juventud es completamente absurdo. Los ejemplos se dan en la casa, con los padres de familia, y en la escuela con los maestros. Ahí es donde los comentaristas tienen que encontrar los pecados de la sociedad y donde los aficionados tienen que desfogar sus frustraciones.

Quien esté libre de pecado en ese aspecto, entonces sí tire la primera piedra. Mientras tanto, yo voy a pasármela bien. A reírme cuando Mourinho clame sus teorías de la conspiración (que, por lo que me cuentan sus allegados, ni él se toma tan en serio), a ponerme nervioso antes de un partido importante, a enojarme, claro, si mi equipo pierde, o si el árbitro se equivoca en mi contra, pero no a sufrir por ello. A tararear las canciones en la cancha y a burlarme de los comentaristas cuando dicen una burrada (aunque yo diga tantas como ellos). Para eso es el futbol, ¡que se amarguen los demás! yo solo voy a ganar los partidos y muchas veces no se pueden, pero si trabajas bien al final se consigue el objetivo .

 

JUANJO RUBIO